sábado, 15 de septiembre de 2012
Como un mago solitario
sábado, 8 de septiembre de 2012
Oh, ciego
sábado, 1 de septiembre de 2012
En El Mami Amar Salem no había odio
domingo, 26 de agosto de 2012
Sin olvidar la lucha de nuestras queridas abuelas
domingo, 19 de agosto de 2012
viernes, 13 de abril de 2012
A El Ganfud (erizo)
le tocó ser en estas fábulas pícaro, el listillo que siempre se salía con la suya.
El relato continúa en Delicias saharauis
sábado, 7 de abril de 2012
Recuerdo la campaña para la liberación de Mohamed Daddach
viernes, 30 de marzo de 2012
martes, 13 de marzo de 2012
Desde aquel día pasó a formar parte de un batallón de bravas mujeres
viernes, 9 de marzo de 2012
lunes, 5 de marzo de 2012
Dejasteis vuestro mensaje
“Hablad de los saharauis, de nuestra lucha larga y difícil, acompañad nuestra resistencia, nunca dejéis de mirarnos”.
El relato continúa en Delicias saharauis
jueves, 1 de marzo de 2012
“Cambiarán las montañas de sitio
antes de que cambien nuestras tradiciones”. Belga Mohamed Brahim
El relato continúa en Delicias saharauis
domingo, 26 de febrero de 2012
miércoles, 22 de febrero de 2012
Las lágrimas la asaltaban al escuchar los versos de aquella preciosa canción
“Oh, hermanos el Sahara no se vende, mi generoso pueblo rehúsa la esclavitud, no se vende. Cualquiera que nos invada que no dude que será repelido. El Sahara no se vende”.
El relato continúa en Delicias saharauis
sábado, 18 de febrero de 2012
El espacioso taller que tenía en Auserd
antes de la invasión se ha convertido en un ordenado cuarto, a pesar de la precariedad de los campamentos. Pulseras, anillos, frenna, monturas de camellos, utensilios de cocina, metal, madera, piel, adornos en plata para las mujeres, preciosos armarios…
El relato continúa en Delicias saharauis
martes, 14 de febrero de 2012
Cuentan que toda aquella ilusión había comenzado hacia 1898
cuando Ma el Ainin acampó cerca del sepulcro de Sid Ahmed Larosi. Su gente le informó que en las inmediaciones había un lugar en el que abundaban los juncos (smara) y por tanto debía haber agua, el bien más preciado para los nómadas.
El relato continúa en Delicias saharauis
lunes, 13 de febrero de 2012
Y por una vez, el primer té, el de la vida, no será amargo,
si no tan dulce como sólo puede ser el té del reencuentro, el de la vuelta a la amada tierra de nuestros antepasados. Inchalá, amiga, pronto lo conseguiremos.
El relato continúa en Delicias saharauis
viernes, 10 de febrero de 2012
La mezquita es de enormes proporciones y consta de una nave con 81 arcos
No se llegó a terminar, y varios de los arcos, realizados en las características losas de piedra de las construcciones de la Smara antigua, cedieron y se derrumbaron.
El relato continúa en Delicias saharauis
lunes, 6 de febrero de 2012
Su familia vive en los campamentos de refugiados saharauis del sur de Argelia
Habitan en lo que llaman la hamada, en la que tanto hay de calor, tanto hay de sed, tanto hay de hambre, tanto hay de dolor.
*Cuadro: Madi Ahmed
El relato continúa en Delicias saharauis
jueves, 2 de febrero de 2012
Y él, que había sido un muerto en vida
que había sobrevivido al infierno, que ya nunca más les tendría miedo, le confirmó con orgullo “Sí, ese soy yo”.
El relato continúa en Delicias saharauis
domingo, 29 de enero de 2012
miércoles, 25 de enero de 2012
Cuentan las crónicas que El Aaiún, la ciudad de los manantiales
fue fundada en 1938 por un militar español, Antonio de Oro Pulido.
El relato continúa en Delicias saharauis
sábado, 21 de enero de 2012
martes, 17 de enero de 2012
viernes, 13 de enero de 2012
Ceremonia del té enraizada en la cultura del desierto
en la hospitalidad del nómada, en la amabilidad del saharaui.
El relato continúa en Delicias saharauis
martes, 10 de enero de 2012
En su viaje Douls se hizo pasar por musulmán
Permaneció como prisionero hasta que fue conducido ante Chej Ma el Ainin, quien le reconoció como musulmán.
El relato continúa en Delicias saharauis
sábado, 7 de enero de 2012
miércoles, 4 de enero de 2012
Un brazalete de plata con cierre y cadena
Incluyó como adornos una mano de Fatma, un camello y otros relieves tradicionales, empleando muchas horas, trabajo y plata en aquella pulsera, realmente espectacular.
El relato continúa en Delicias saharauis