En la mágica llanura de Tiris, esencia de la saharauidad, se encuentran los montes de Leyuad
He llorado ante La Alhambra y la Mezquita de Córdoba. Sé que derramaré lágrimas cuando al fin llegue a Tiris. Fue la enigmática mano de los siglos quien creó tanta belleza.
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