en medio del más cruel de los desiertos.
*Foto: Marisa Martil
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en medio del más cruel de los desiertos.
*Foto: Marisa Martil
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El plato de tbija de carne, tanto de camellos o de cordero o cabras, se trata de un plato que se prepara con una buena carne. Se cuece en una olla con aceite y sal, haciéndose en su propio jugo.
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que los saharauis decían que “conocía el nombre de todos los granos de arena de la tierra” para demostrar su enorme conocimiento.
*Anécdota recogida de "La zancada del deyar" de Gonzalo Moure
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... más de 500 nombres, más de 500 personas de las que no se ha vuelto a saber nada, pero no están olvidados, un pueblo entero resiste para que no se borre su memoria.
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Antiguos pobladores del Sahara, anteriores a la llegada de los árabes. El tamaño de sus tumbas, que se encuentran en Tiris, lleva a pensar que eran gigantes, de ahí el nombre que se les da, Hilali, gigante.
*Foto: Antonio Pomares Pascual
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las autoridades ocupantes de la ciudad iniciaron la demolición del Fuerte el día 2 de julio de 2004, después de años de abandono de la histórica edificación, símbolo de la ciudad desde su construcción en 1884.
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Antiguamente se hacían cuatro tandas, pero en época de la colonia se abrió el debate sobre el número correcto de rondas a tomar.
*La información sobre los cuatro vasos está basada en un estudio de Juan Carlos Gimeno y Mohamed Ali Lamam
*Foto: La mili en el Sahara
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Se llama meswak y tiene propiedades antisépticas, es bueno también para las encías e incluso ayuda a hacer la digestión.
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dejó constancia en su libro “Tierra de hombres” de cómo el entrañable Fuerte le salvó la vida.
Durante una de sus rutas nocturnas sobre el Sahara se extravió, pero después de pasar unos momentos angustiosos la señal luminosa del Fuerte de Villa Cisneros le permitió salvar la vida. Saint-Exupéry escribió “Courrier du Sud” (Correo del Sur), como homenaje a los pilotos de la Línea.
*Fotografía tomada en 1928 en la aeroescala de Cabo Juby en la que podemos ver juntos a varios de los grandes héroes de la línea, entre ellos Saint-Exupéry.
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bravos hombres y mujeres, activistas saharauis de derechos humanos, delicadas rocas, indomables rosas de piedra. Guardianes de la tierra, lucháis por la existencia encendidos de paz y revolución.
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Consistía en una especie de diadema o peineta, lemshenfa, que se colocaba en lo alto de la cabeza y sobre el que se situaba la melhfa.
*Foto: mili en el Sahara
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que se hubiese internado en tierra, con la cabeza en el fondo y con su ojo constituido por la isla de Herne y la cola sobresaliendo al océano.
*Mapa del libro Sahara, descripción geográfica, comercial y agrícola de Emilio Bonelli
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“He pasado gran parte de mi vida en el Sahara con los bravos e indómitos habitantes del desierto para los cuales su casa es la arena de las dunas, su trono la giba del camello, su libro el centellear de las estrellas".
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se encuentran los montes de Leyuad, enormes bloques graníticos de color negro que emergen súbitamente de la llanura.
*Foto: Antropología en Acción
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Si hay una prenda de utilidad, esa es el turbante, del que los saharauis dicen que tiene 33 usos. Mucho más que una prenda de vestir, el turbante protege del implacable sol y de los vientos, tan duros de soportar en el desierto.
*Acuarela: Fadel Jalifa
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Se hace con el pan laftir, sin levadura, que se parte en pequeños trocitos y se pone en una fuente, se le añade caldo y los trozos de carne y un chorrito de aceite de oliva por encima.
*Foto: Antonio Pomares Pascual
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Unas dieciséis piezas, distribuidas y decoradas al estilo árabe del norte de África, formaban el conjunto de construcciones, encerradas por una muralla. Una kasba central era la residencia del chej.
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En la Historia saharaui tan grande puede ser la muerte de un sabio como la llegada de la langosta hambrienta, las alianzas entre notables que la siembra de una grara, la visón del millón de estrellas como la lluvia después de marzo.
*Foto: Mohamed Salem Ould Meidane
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Sanamana es el nombre de un elaborado peinado, típico de la cultura saharaui y mauritana, que se hace en bodas y celebraciones muy especiales. Se trenza cuidadosamente todo el cabello de la chica, dejando un rastro de preciosos cuadros alrededor de toda la cabeza.
El peinado se decora además con piedras preciosas, como el eljus, que se usa en la joyería tradicional saharaui, y también con pequeñas conchitas.
*Agradecimiento a Mohamed Salem Ould Meidane
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aunque confío que nuestra lucha despierte vuestras conciencias para que comprendáis la sensación de abandono, olvido y destierro que sufrimos todos los saharauis
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Chej Mohamed El Mami defendió que la tierra era redonda en unos versos en hasania: “Cuando salgáis de peregrinación os dirigís hacia el oeste y si el mar no pone obstáculo a vuestro viaje tras tres años de camino, volveréis a vuestro punto de partida”.
*Foto: Antonio Pomares Pascual
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así que intentó disparar la ametralladora defendiendo la retirada de sus compañeros, pero algo imprevisto ocurrió, el arma se había encasquillado. Las cosas se ponían aún peor para ellos.
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Esto y mucho más es el té verde para los saharauis, centro de cualquier reunión, combustible para esta eterna espera, fuego que aviva las conversaciones, alimento para un pueblo hambriento de justicia.
FOTO: (Galia Djimi) ANDREW MCCONNELL. Reportaje de El Pais, Sáhara, desierto y (des)esperanza Octubre 2010
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Cuando llega un visitante de muy lejos, la madre de la familia suele hacer la henna a los huéspedes, habitualmente a las mujeres. La invitada queda “esposada de vendas y henna”, durante varias horas en el beit de la familia.
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Porque ella no había sido siempre una refugiada, y a pesar de los años, el frío, la enfermedad y aquella gran ciudad que amenazaba con engullirla, aún guardaba mucha fuerza para desafiar el destierro y el olvido que le habían impuesto por la fuerza treinta años atrás.
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Delicias Saharauis "Desde el amor con todos sus rostros. Es la receta. Se completa el prisma: Delicias Saharauis, de Conchi Moya”. Gonzalo Moure.
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Shab taslah eli jaseret. La lluvia compensará lo que haya destruido, reza el proverbio saharaui.
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Le hubiera gustado al menos ser enterrada en tierra liberada, pero no pudo ser. Es triste no poder volver a la tierra. Es triste no poder descansar en la tierra.
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“Los campamentos son un sitio odiado y amado al mismo tiempo para mí. Allí está parte de mi familia, mis recuerdos de la infancia, gran parte de mi vida y de lo que soy. Vivo en España, soy una extranjera, y cuando viajo a los campamentos voy a mi casa pero no a mi tierra. Hay algo que me atrae y que al mismo tiempo me hace rechazarlos, no es fácil para mí, no sé muy bien lo que siento”.
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El 18 de enero de 1887 Camille Douls (1864-1889), vestido a la manera musulmana, según sus palabras, partió de Lanzarote en la goleta “Adelaida” tripulada por treinta y tres marineros. Según su narración fue depositado por los pescadores canarios en las costas saharauis, ya que tenía la intención de explorar los territorios desconocidos del Sahara Occidental.
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Recordó entonces las palabras de su anciano tío “Si alguna vez estás en peligro, pon los pies en tierra, grita mi nombre y estarás a salvo”.
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tuve el honor de que me acompañara en la presentación. He disfrutado infinito con lo que escribe, y es un ejemplo para quienes nos gusta escribir. Un hombre maravilloso y un saharaui más.
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He llorado ante La Alhambra y la Mezquita de Córdoba. Sé que derramaré lágrimas cuando al fin llegue a Tiris. Fue la enigmática mano de los siglos quien creó tanta belleza.
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Cada mañana al levantarse, Mojtara corre al patio, a ver cómo crece el pequeño huerto. Se hace responsable de crear vida en medio de la nada.
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Mi sueño es volver al Sahara y poner un hotel donde pintaré con henna de oro a mis huéspedes.
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“Mi querida abuela nos ha enseñado a no decir mentiras, ser buenos niños, compartir todo lo que tuviéramos, ayudar a los necesitados, cuidar a los enfermos y a considerar de nuestra familia a los vecinos. Nos ha enseñado a amar y respetar a nuestros padres y tíos y a querer y honrar a nuestra familia sobre todas las cosas. De ella he aprendido mil historias, he memorizado muchas poesías en hasania y en árabe, porque amma es una enciclopedia en esta materia. No sería nada de lo que soy hoy en día sin mi abuela, que me ha criado con todos los cuidados y rodeada de amor.”
*Foto de Marisa Martil. Ljadra Mint Mabruk,
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Como un antiguo caballero saharaui, Belga, delgado, de larga y blanca melena rizada al viento, barba de Don Quijote, hombre del libro y de la badia, nómada eterno, recupera un legado milenario de tradiciones, anécdotas y poemas.
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Me impactó sobre todo una carta que pudo hacer salir de la cárcel y que se leyó en la radio, pedía una manta y medicinas para una herida en la pierna que le dolía mucho. Se me quebró el corazón al escucharla, todos lloramos y rezamos por él.
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A Sultana, una estudiante saharaui, después de reventarle el ojo con una porra por manifestarse pacíficamente, no le trataron en el hospital.
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Un policía le gritó: “¡Calla, loca!”. “Loca sí, loca por el Sahara”, le respondió ella. El policía levantó con odio su porra y a Kbaidat todo se le volvió negro.
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Se inspiró desde muy joven en el Polisario como proyecto de liberación nacional saharaui. Desde la clandestinidad combatían contra una metrópoli que había disparado contra civiles en Zemla, Barrio de Piedra, y había desaparecido a Basiri.
*Cuadro: Fadel Jalifa
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Tras una primera cocción se saca la sémola y se le hace una operación denominada rash, que consiste en enfriarla y mover los granitos con las manos mojadas para que no se queden pegados. Se devuelve al keskas y se vuelve a cocer.
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Me dedicó estas palabras que me emocionan y animan: “estoy absolutamente convencido de lo que allí dije, tienes que creerte tú misma que tienes una gran capacidad para conectar con tus lectores. Tus textos transmiten sensaciones, alegrías, penas, te ponen los pelos de punta o te hacen llorar. Esa capacidad, que no todos los que escriben tienen, tienes que saberla capitalizar”.
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Esta placa recuerda las primeras casas de la ciudad, las de los hermanos Attaf y Moyan uld Bachir uld Enduf.
“Ojala que no me falle la mente ni el recuerdo, a pesar de la distancia y el tiempo; presos del alma y de la nostalgia”. Mohamidi Mohamed Fakal-la
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El beit siempre acompaña al guerrillero, con su fondo de pequeños cuadros verdes y amarillos, y dibujos geométricos de vivo color rojo troquelados sobre un fondo de tela blanca. La parte delantera está adornada con siete kabulas y el broche para cerrar el beit trabajado con profusión de flecos morados.
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