“Mi querida abuela nos ha enseñado a no decir mentiras, ser buenos niños, compartir todo lo que tuviéramos, ayudar a los necesitados, cuidar a los enfermos y a considerar de nuestra familia a los vecinos. Nos ha enseñado a amar y respetar a nuestros padres y tíos y a querer y honrar a nuestra familia sobre todas las cosas. De ella he aprendido mil historias, he memorizado muchas poesías en hasania y en árabe, porque amma es una enciclopedia en esta materia. No sería nada de lo que soy hoy en día sin mi abuela, que me ha criado con todos los cuidados y rodeada de amor.”
*Foto de Marisa Martil. Ljadra Mint Mabruk,
El relato continúa en Delicias saharauis
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